Hace mucho, mucho tiempo que no escribía en esta sección del blog, y es que después de una catastrófica época de página en blanco y búsqueda de nuevas ideas, decidí centrarme en un proyecto que tenía a medias (como muchos) y que pese a tenerlo en pausa me hacía mucha ilusión. Se trataba de una colección de relatos muy personal a la que de vez en cuando añadía nuevos textos pero que no me lanzaba del todo a terminar.
Bien, después de un año y pico, muchas novedades tanto en lo personal como en lo literario, y cientos de miles de letras tecleadas, esa idea ha tomado forma de manuscrito, ha exigido sus derechos como buen ciudadano y ya está en manos de unos muy valientes lectores beta.
Es imposible describir la sensación de verlo terminado, cerrado y además con una portada increíble hecha por Viátor Zenshir y que tendrán que esperar un poco más para ver. Pero les puedo adelantar que va muy en consonancia con los casi treinta relatos que he incluido y que, en cuanto a trama, coquetean entre dos temas que a mí personalmente me han atraído siempre y que, después de investigar un poco, creo que a todos les tocan en mayor o menor medida. Me guardo (por ahora) los temas, aunque sí que hay muchas pistas por aquí y por allá, al fin y al cabo creo que forman parte de mi estilo, que todavía estoy descubriendo y con el que a veces me peleo (riñas menores, supongo que comunes).
Con el subidón de ver el manuscrito ya físico y de haberlo entregado a los lectores he aprovechado para apretarme un poco las tuercas en las redes sociales… Intentar actualizar el blog con mayor frecuencia y ser más visible tanto en Twitter como en Facebook, cosa complicada para una, que siempre está despistada y tiende a la procrastinación en horas de escritura.
En fin, todo esto para ponerlos (y ponerme) al día y para invitarlos a compartir mi aventura literaria en las redes:
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¡Saludos y buena lectura!
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