Bueno, ha llegado la hora de decir la verdad... Estoy viviendo el episodio de página en blanco más importante de mi pequeño recorrido literario. No puedo esconderlo más: soy humana, escritora y llevo sobre mi espalda un bloqueo sin igual.
Ya me he cansado de meditar en ello, de revisarme interiormente, de tomarme mini vacaciones y de poner como excusa mi falta de tiempo. El bloqueo sigue estando ahí, aunque le de un giro a la historia y repase esa parte que no me gusta demasiado de la novela, aunque me reinvente a mí misma, aunque deje la mente en blanco y me dedique a ignorar mi creciente angustia, sigue ahí, como un enorme muro de cemento entre mis personajes y yo, entre el teclado y mis dedos.
Pero ya basta de correr la cortina y encorvarme solitaria frente a la pantalla en blanco. Ya basta de sonreír y decir que todo va viento en popa. ¡No! ¡Me niego! Tengo un bloqueo monumental y necesito ayuda.
¿Algún consejo?
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