De LuchaLibro y mi primera vez

   A principios del verano el calor aún juega de la mano con el aire fresco y la noche se impacienta por saltar desde el cielo. El fin de semana es una fiesta en la calle y la sensación triunfante de una posible copa tiene a Europa en vilo. Sin embargo, el zoom abierto de mis pensamientos va reduciendo su mira y el globo terráqueo ahora son siete islas, luego es Tenerife, luego Santa cruz y finalmente la Plaza de España ocupa mi visión. Delante está el Café Atlántico, sus asientos copados por pares de ojos que siguen el compás de un tecleo y pestañean ante la nerviosa lucha que se presenta en el escenario, más allá de sus mesitas con posavasos húmedos y ceniceros llenos. Dentro y fuera suena el ritmo de cinco minutos que se clava en la sesera y surte su efecto inspirador, por suerte siempre a mano hay una libretita roja con bolígrafo, por si alguno de los presentes se lanzase valiente a luchar paralelamente con los enmascarados del fondo.

   Entre bambalinas todo se ve diferente, todo tiene un tono de sombra y la luz al final del escondrijo de los luchadores hace lo mismo que la llamada de la selva. Fuera, el mundo salvaje de las letras espera al incauto participante, máscara en la cara, dedos nerviosos, mente creativa que echa humo antes de empezar. El árbitro es claro: tres palabras para cada luchador y cinco minutos para crear, luego que gane el mejor.

   Así empezaba mi crónica sobre uno de los mejores concursos literarios en los que he podido participar. LuchaLibro fue el primer campeonato de improvisación literaria acontecido en Canarias el pasado verano, aunque su trayectoria es aun mayor y tiene su origen al otro lado del charco, en Perú. Fueron los fines de semana más angustiosos de mi vida… Entendiendo por “angustia” la acumulación ingente de nervios, emoción y sensaciones de toda índole. Pero valió la pena tan sólo por el hecho de haberlo conseguido, haber participado y logrado ser finalista, con el maravilloso e impagable premio de ver publicado por fin algo de mi autoría, junto a mis otros tres compañeros, ganador y finalistas de este original campeonato.

   En medio de un desorganizado enero de 2013 se me ocurrió que no había hablado de esta tremenda experiencia en el blog, y peor aún, no había tenido la chispa de hablar del libro, que por fin está a la venta (en las principales librerías de Canarias y en algunas de Madrid) y que se titula, cómo no, LuchaLibro 1º Campeonato de improvisación literaria en Canarias. Editado por Baile del Sol dentro de su colección Sitio de Fuego.

   ¿Qué les puedo decir? Dentro hay muchas letras, muchas, y muy bien hiladas por cuatro apasionados escritores que han dejado a un lado las máscaras y los pseudónimos y han mostrado la más pura esencia de su creatividad. Ellos son Enrique Sicilia (El Pollito de Macondo), Nuria López (Musidora), Hugo Clemente (El Esguince del Lince) y yo misma, Alejandra Allueva (Muñeca de Letras).

   La diversidad de nuestros estilos creo que aporta mucha frescura al libro y hace vibrar de emociones dispares a los lectores, no porque lo diga yo, sino porque me ha pasado… De pronto estás concentrado e inquieto, luego puedes estar llorando de la risa, más tarde quizá se te encoja el corazón. Considero que es un pequeño muestrario de lo que somos, cada uno en su línea, con sus intereses y expresiones. A fin de cuentas ¿qué son las palabras en tinta de los escritores sino porciones de su alma plasmadas en papel?

   Para finalizar, es mi deber informar a los lectores del posible vertido de contenido subjetivo entre estas líneas… No puedo evitarlo, es mi primera cría. Ruego la comprensión de los curiosos que han llegado a esta página y les animo ampliamente a hacerse con un ejemplar, seguro disfrutarán de su lectura.

Lee aquí la crónica completa sobre el 1º Campeonato de Improvisación Literaria en Canarias

Para más información sobre LuchaLibro: luchalibrocanarias.wordpress.com

Puntos de venta del libro:
Editorial Baile del Sol
Librería La Isla
Librería Canaima

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