El crimen de Claudia fue creer que escribirle cartas a Pablo
carecía de la calidez que su corazón volcaba en las palabras a viva voz.
Por otra parte, para Pablo, la espera perpetua de palabras
impresas en un papel firmado por Claudia fue tan perturbadora, que poco a poco
prefirió no pensar, no tener esperanza, no pintar la pupila de ella en su mente
impaciente…
Claudia quizá cometió el crimen a primera instancia… Pero
pronto Pablo compartió prisión de olvido junto a ella. Ambos juzgados. Ambos
impasibles, ambos crueles…
Ninguno de ellos volvió jamás. Claudia nunca escribió, Pablo dejó de esperar.
Cierto es que la dejadez del "no es lo suficientemente bueno" da lugar al vacío y la nada. Es mejor hacer algo con el corazón aunque salga del revés y así ser siempre honesto, que no hacer nada para evitar fallar.
ResponderEliminarMuy cierto, Viator! Dar lo mejor de uno en unas breves palabras... por muy cacofónicas que resulten, siempre mantendrán la esperanza de aquel que las recibe ;)
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